Cartas de los lectores

En el editorial del diario "Menorca" de ayer se hacían una serie de consideraciones muy respetables y muy opinables sobre la decisión adoptada por el Ayuntamiento de Ciutadella de eliminar la aportación de 30.000 euros al Fons Menorquí de Cooperació, pero bajo un titular desde nuestro punto de vista completamente equivocado: "Ciutadella desprecia la labor del Fons de Cooperació".En mi intervención lo primero que dije sobre este tema es que se trataba de una decisión dolorosa y textualmente añadí: "Desde UPCM nunca habíamos objetado nada a las aportaciones al Fons, porque hay que ser solidarios mientras las circunstancias permiten ser solidarios, pero, obviamente desde un Ayuntamiento al borde de la quiebra y que si hemos de creer a la concejal de hacienda no puede garantizar el pago de los salarios a sus trabajadores a partir del primer trimestre de 2013, no estamos en condiciones de enviar ayudas a países empobrecidos cuando la pobreza ya la tenemos aquí, como una familia que no tiene garantizado su sustento hasta final de mes no puede hacer obras de caridad o hacer donativos a Caritas". ¿Dónde está el "desprecio"?No hay ningún "desprecio" en que un Ayuntamiento cuyos servicios sociales están desbordados por las solicitudes de ayuda de personas necesitadas y que previsiblemente según la responsable del área de hacienda podría llegar a tener problemas para pagar el salario de sus trabajadores, priorice la atención de las obligaciones que tiene con sus propios trabajadores y la atención a las personas necesitadas del municipio sobre otras necesidades, ya que el Ayuntamiento es una administración de ámbito local. De la misma manera que estamos seguros de que no cabía interpretar ningún "desprecio" hacia la labor de la casa de acogida de Ciutadella, cuando el año pasado Caritas dejó la gestión de las casas de acogida de Ciutadella y Mahón, invocando razones como haberse visto obligada a realizar una "reestructuración de los servicios" por el "incremento de la demanda de ayuda de personas afectadas por la actual crisis económica" y que "los portavoces de Caritas apuntaron que las actuales condiciones económicas de los convenios les generaban pérdidas que no podían asumir y que pensaban priorizar otros servicios sociales".

El Ayuntamiento de Ciutadella es el único de Menorca que ha reducido paulatinamente los sueldos y retribuciones a políticos, que desde 2007 han experimentado un descenso de entorno al 40 por ciento, así que de los 3.351,28 euros que percibía por ejemplo un concejal con dedicación exclusiva en 2007 hemos pasado a los 2.103,43 euros que se perciben actualmente y con el Plan de Ajuste aprobado en el último Pleno también se dejan a cero las aportaciones a los grupos políticos y partidos con representación en el Consistorio, que era una partida mayor que la asignada al Fons Menorquí de Cooperació.

En cuanto a la apreciación de que la ayuda a países empobrecidos no sería un acto caritativo sino de justicia, desde UPCM creemos que una cosa no esta reñida con la otra, porque una de las acepciones de la palabra caridad que recoge el diccionario es "actitud solidaria con el sufrimiento ajeno" y si se demuestra una menor o mayor "sensibilidad" priorizando la solidaridad con el sufrimiento de los propios habitantes del municipio o con los habitantes de otras partes del Planeta es otra cuestión opinable, pero lo que es evidente es que todas las funciones que tienen atribuidas los ayuntamientos se ciñen esencial y muy principalmente al ámbito local de sus respectivos términos municipales.

Y cuando no hay recursos suficientes para atender las situaciones de pobreza que se producen en Ciutadella, no estamos ante una cuestión de aprecios ni "desprecios", sino ante una cuestión de prioridades.

Joan Triay
Portavoz de UPCM
Ciutadella