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La temporada turística
Per algú que és o resideix a Menorca, ha començat la temporada d'estiu, uns mesos rebuts amb esperança i també amb por. Esperança de tornar a fer feina, de què els contractin per sis mesos, per que al cap de dos anys, puguin cobrar l'atur, i amb la por d'haver de fer unes jornades molt llargues i dures, i sempre fent un somriure als clients i aguantant estoicament les males cares o les males maneres dels seus superiors, ja que a ells tampoc no els hi funciona gaire bé la cosa, i la por de què els diguin " allà hi ha la porta"( sabent que mols altres esperen entrar), fa acotar caps i amb la cara alegre i l'esperit encongit es passa la temporada per poder menjar tot l'any i per molt dura que sigui, confien que no s'acurci i que el pròxim any les coses s'arrangin i no vagin a pitjor.

Entre tant, els il·luminats del nostre Govern central, ens espremen fins el punt d'exigir que paguem el deute mentre ells no ens paguen el que ens deuen, i el president del nostre Govern balear els fa el joc. Els batles fan malabarismes per acontentar el poble i l'oposició.

Si volem turisme de qualitat, com a reclam promocionem un camí de cavalls, que als que estan acostumats a les comoditats, no els hi va ni amb pintura, i a on es podrien trobar bé, uns altres il·luminats barren tot el que poden i més. Si volem atreure a les masses, els preus del transport els fa desistir i els que malgrat tot opten per venir, quant ja no hi ha sol i es volen divertir, es troben que els llocs de disbauxa han de tancar prest, perquè els veïns han de descansar, i com no saben què fer, decideixen no tornar , en fi, que els que posen pals a les rodes, segur que pensen que no necessiten del turisme per viure i que l'Illa es per poder-la trepitjar ningú més que ells.

I els qui "poden viure" de fer la temporada, tenen que somriure mentre uns forasters miren les nostres festes mentre ells han de fer feina a marxes forçades enyorant poder fer botar els cavalls i convidar als amics familiars i coneguts.

I açò, tan sols és una part de tot el que se'ns ve al damunt. Tan difícil és que governants i oposició es donin les mans i treballin junts sense sempre culpar els altres? És que no veuen el que estem passant? Per què no deixen de mirar-se el llombrígol i obrir els ulls a les vertaderes necessitats i posar remei o al manco intentar-ho?

Aquestes i moltes altres reflexions fan pensar en com ensaniria si fóssim independents.

Margarita Bosch Mesquida
Ciutadella

Nos sentimos
bien tratados

Mi marido, Peter Dallas Plank que falleció la madrugada del pasado viernes 26 de abril, había estado unas semanas en el hospital Mateu Orfila, donde estuvo siempre muy bien tratado. A pesar de la falta de medios y personal que en estos momentos padece el hospital, las enfermeras de las plantas de medicina interna y cirugía nos trataron con mucho cariño e hicieron que siempre él y nosotros nos sintiéramos cómodos.

Por no mencionar la gran labor y profesionalidad de los médicos involucrados en sus problemas de salud, que no fueron pocos. Llevando a cabo todas las pruebas, exploraciones y análisis que requería su estado.

Una mención aparte merece el Dr. Jordi Guerrero quien cuidaba del corazón de mi marido desde hace más de 20 años, y que hasta el último día estuvo cuidando de él.

Gracias Dr. Guerrero, por su cariño y comprensión. Y de parte de mi familia y yo misma, damos las gracias a todos.

Patricia Plank
Es Castell

El menorquín es
lo que somos y
lo que hemos sido

Las condiciones de vida actuales facilitan la aceleración de los procesos de sustitución lingüística, y es por ello que hay que modificar la percepción de la lengua, ya que el mito de la diversidad lingüística como barrera para la comunicación y la integración es falso.

Tristemente, si no lo remediamos, en pocas décadas ya nadie
hablará en menorquín como lo hacían nuestros abuelos. La historia colectiva de un pueblo va desapareciendo a la misma medida que lo hace su lengua. No es extraño encontrar jóvenes y no tan jóvenes substituyendo las palabras que usaron nuestros ancestros por otras de foráneas. Todos sabemos a lo que me refiero.

Cuando se habla de la preservación de la diversidad lingüística, y del derecho de todas las comunidades a vivir en su lengua, se recurre a menudo al coste económico que ello comporta. Pero haría falta que alguien evaluara también el coste económico de la sustitución de las lenguas. De hecho, en las escuelas de Baleares, a los niños no se les educa en su lengua materna. Impedírselo es desde hace mucho una política adoptada por las autoridades dominantes para seguir viviendo de las subvenciones.

Todos conocemos casos de niños que se les ha suspendido o se les ha bajado la nota si se han atrevido a expresarse en la modalidad lingüística insular en un examen.

Todas las lenguas, y los dialectos también, son la expresión de una identidad colectiva y de una manera distinta de percibir y de describir la realidad, por tanto tienen que poder gozar de las condiciones necesarias para su desarrollo en todas las funciones. Una lengua por minoritaria que sea no la hace menos válida, o relevante para el uso formal en la administración, medios de comunicación, o en la educación. Estamos condenados a usar el menorquín en el ámbito privado.

Nuestra lengua es lo que somos y lo que hemos sido. Es el lugar donde encontramos nuestras historias, nuestras vidas, nuestros ancestros; y también debería ser el lugar donde encontrar nuestro futuro. Fomentar la diversidad lingüística no sólo es necesario sino que es una aportación imprescindible al conocimiento de la humanidad, porque cada lengua nos proporciona una de las múltiples formas de entender el mundo.

Los derechos lingüísticos son una parte fundamental de los derechos humanos. Por tanto, todos los que tengan cualquier responsabilidad en la promoción de los derechos lingüísticos, desde el militante hasta el escritor y desde la maestra hasta el legislador: no olviden nuestra lengua, aférrense a ella. Si no respetamos la modalidad insular esta desaparecerá, el menorquín está en peligro frente el catalán estándar.

Creo que Menorca tiene el derecho de conservar su herencia lingüística y cultural. El estímulo y la promoción de estos enriquecerán de forma importante la diversidad lingüística y cultural de nuestro mundo.

Lucas Pons Bedoya
Mahón