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Un concierto casi perfecto
Buenos días, qué digo: Muy buenos días! Y es que después de todo lo vivido ayer, desde las 10 de la mañana, en que decidí ir a hacer cola para ver a mi artista favorito y poder verle desde lo más cerca posible, todo lo sucedido desde ese momento fueron cosas positivas, bueno casi todo. Jamás entendía como la gente lo podía pasar bien tantas horas allí esperando, pero ayer decidí vivir esa experiencia y he de decir que ha sido genial, que si lo llegó a saber cuando pasé a las 9 y no había nadie y decidí no quedarme por vergüenza, lo debería de haber hecho y así ahora disfrutaría de una foto con él, pero eso al fin y al cabo es otra cosa más.
He conocido gente encantadora: gracias Miriam, Paula, Virginia, Carlos y en especial a Jaume, que ya lo conocía y trabajamos juntos por hacernos el día y la espera más llevadera trayendo agua, comida, café.... para que no perdiésemos la cola. Todo perfecto hasta que a las 7 la gente se empezaba a agolpar, a empujar, a presionar para entrar. En ese momento aparece la organización y hablamos con ellos para que hiciese algo, pues al hablar con la Policía sabíamos que estaba previsto montar un vallado para controlar a la gente y que la entrada fuese escalonada y controlada, pero que al final la obligación y responsabilidad, nos dicen, que es de ellos, la respuesta que obtenemos es que no se va a poner. Bien, muy bien! Pero, para más caos, deciden hacer dos colas para entrar sin tener en cuenta el orden. Hablan y hablan entre ellos y les decimos que si deciden abrir la corredera y dejar un espacio enorme por el que entraban de 6 en 6, que no habrá control, que abran solo la puerta pequeña y será más controlado. En ese momento se lo pasan por el forro y hacen lo que les da la gana. Y a partir de ahí, ya de entrada, la primera chica entra corriendo que ni da la entrada ni nada, empujones, gritos por parte de la seguridad, a gente le cogen la entrada y le cogen del brazo fuertemente y no les dejan entrar (es mi caso y un par más), a gente solo le quitan la pestaña que tiene la entrada, no revisan ningún bolso o mochila, así que lo de quitar los tapones de las botellas lo veo absurdo y así pues algunos de los que llevábamos en ese momento ocho horas allí, resulta que ni siquiera estamos en primera fila pues hay más gente que ha entrado antes que nosotros y les decimos en su cara a la organización: No es justo señores! Y su respuesta es: Es lo que hay, todos vais a entrar. Sí claro! eso es seguro pero solo les quiero decir desde aquí una última cosa: Es lo que hay, sí, porque por no poner una valla a tiempo, porque estabais más preocupados por los vips que por los fans que sí hemos pagado la entrada (ellos no, por favor!), al final tenéis lo que merecéis: Una carta que no va a hacer siquiera que emitáis una disculpa, ni tan siquiera creo que os enteréis que la emito, pero os aseguro que mi conciencia está tranquila, y ahora más desahogada. Gracias por dejarme exponer está situación.

Sandra Fernández Rodríguez
Maó

Al Ayuntamiento de Alaior
Ante todo expresarle que yo no pido nada para mí de la ciudad, sino que intento aportar algo a Alaior, aunque sea solo un grano de arena y que puede ser en beneficio de todos los ciudadanos, sean de la ideología o religión que sean, pues ante todo miro por el bien de las personas.

Sra. Sugrañes: Mi propuesta es hacer llegar a su atención sobre la posible fusión entre el Club de Jubilados y el Centro Cultural de nuestra ciudad, aportando cada uno la apreciable cantidad de socios que cada cual cuenta. El primero unos 900 y el segundo alrededor de 500, que es lo principal, o sea las personas, pero tanto en este presente como en un futuro próximo, las personas pasamos y lo que quedarán son la obras aportadas por las instituciones y los socios. Se dice que solo hay un club de jubilados en Alaior. Formalmente sí, pero el Centro Cultural, entre su masa de socios, el 90 por ciento también son jubilados.

También se dice que ambas sociedades están abiertas a todos, sin dudarlo, y que hay actividades compartidas. ¿Qué otras actividades conjuntas podrían celebrarse? Y que conste que actualmente ambos presidentes sí que invitan a una representación a sus respectivas sociedades. Me alegro de que mi deseo de que los ligamentos entre las personas según de la ideología que sean se refuercen y también deseo que ésta sea la intención del Ayuntamiento.

No me responde sobre la probable a corto o largo plazo del Geriátrico, cosa que se vería solucionada con las dependencias del Club de Jubilados. Si algún día Alaior pierde el edificio del Centro Cultural luego lloraremos, pues en la ciudad no quedará ningún local apropiado para reuniones de cientos de personas, donde divertirse y reunirse. ¿En las próximas fiestas de Navidad y Año Nuevo, cuando se celebran las típicas cenas, cuántos socios pueden asistir a la del Club de Jubilados, 190, no? ¿Cuántos podrían asistir en el Casino,700, en las diferentes salas, no?

Un saludo, Sra Sugrañes, como mi alcaldesa que es, usted sabe que yo prefiero decir lo que pienso por escrito y firmado, en vez de hacerlo en un bar.

Miguel Perea Cavaller
Alaior