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El 12 de febrero de este 2014 se cumplirán 58 años de la gran nevada, era la festividad de Santa Eulalia, patrona de Alaior. Recuerdo que tanto el campo de fútbol, como Es Pouet, y otros lugares, todo era un manto blanco.

Me acuerdo que mis padres me levantaron temprano a pesar de que aquel día no había colegio, para que viera la gran cantidad de nieve, pues en estos 58 años trascurridos nunca más se ha visto. Yo vivía en la calle Barçola, al lado de Sa Plaça Nova y la altitud de la nieve alcanzó unos 60 cm. El primer día era una novedad y además nos parecía bonito, pero a medida que pasaron los días era una calamidad, pues además de helarse y del peligro de caídas, la suciedad en que se convierten las calles y casas era desagrable y más sin ropa ni calzado apropiados pues se llegó a 4 grados negativos, casi impensable en Menorca. La prueba es que, después de 58 años, las nevadas de 1995, 2005 o 2010 de este mes de febrero no han tenido comparación con aquella.

Los que la vivimos, al menos yo no tengo ninguna gana de volverla a revivivir aquellos días del 1956.

El unico lugar agradable era la cocina de la casa, con fogones de leña o carbón, que calentaban, pues más no había en la mayoría de los hogares.

Además eran muchas las personas sobre todo mayores que sufrían en invierno de sabañones, ya fuera en la manos, pies u orejas, y eran muy dolorosos.

En aquellos años sin nieve ya era normal que se apagara la luz al menos una vez al día y aquel mes de febrero aun fue peor.

No hay duda que a los que hemos cumplido los 65 años nos ha quedado como una gran experiencia, y que muy probablemente no lo volvamos a ver, pero como dije antes, ni ganas.

Tampoco existía aún la televisión pues empezó a funcionar en Madrid y Barcelona, al final de dicho año 1956, cuando íbamos a los cines los domingos en Alaior la mayoría de veces no veíamos terminar las películas pues se averiaba la red eléctrica.

En las tertulias del Casino de Alaior de cada día. en este mes particularmente el tema será el de la gran nevada, lo único bueno de aquellos días era que teníamos 58 años menos.