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Un campesino llamado Sam apacentaba su rebaño en un lugar remoto de su pueblo cuando de pronto ve llegar a un veloz BMW dejando una estela de polvo tras su curso.

El conductor vestido con traje de marca Bryony, zapatos Gucci, lentes Ray Ban y con una corbata YSL… asomando la cabeza le increpa «¿si adivino cuántas vacas guardas me darás un becerro?».

Perplejo, el lugareño le responde resignado «¿por qué no?»

El yuppie aparca su máquina, saca su DELL bloc de notas, lo conecta a su RAZR móvil en bandolera, navega por la página de la NASA en Internet que lo conecta a un GPS que le da una imagen exacta del lugar y empalmándolo a otro satélite le ofrece una foto-scan de gran resolución.

El pringado abre luego el Photoshop en la página de foto digital en Adobe y lo exporta a un procesador de imagen en Hamburgo (Alemania).

En segundos recibe un correo-electrónico en su Palm Pilot confirmándole que la foto ha sido procesada y toda su información guardada. Entra a continuación en MS-SQL base de datos a través de la conexión ODBC del Excel spreadsheet con un mensaje en su Blackberry que en segundos le devuelve una respuesta.

Finalmente hace el Print-out a todo color de las 150 páginas hi-tech con su HP miniatura Laser-Jet y dirigiéndose al pastor le comunica «Tienes exactamente 1.586 vacas y becerros…»

«¡Correcto! Ya puedes escoger tu ternero como ves», le contesta Sam.

Observándolo compungido, sigue al colega escogiendo uno de sus animales metiéndolo a duras penas en el maletero del BMW.

Pero Sam retoca: «Oye y si adivino tu oficio de veras me vas a devolver este novillo que has atrapado…»

El apuesto yuppie pensándoselo por unos segundos le responde «¿Por qué no?».

«Tú eres un miembro del Parlamento Europeo».

«Wow, ¿Cómo lo has sabido?»

«Macho, esto se palpa», le dice Sam. «Has llegado hasta aquí sin nadie haberte llamado. Tú quieres que se te pague por una respuesta que yo ya conocía, a una pregunta que yo no te hice. Has usado una millonada en tecnología para demostrarme que eres mucho más avispado que yo, si bien ni por el forro comprendes cómo la gente de a pie sobrevive… ni qué clase de animales apaciento, pues esto es un rebaño de ovejas. ¡Hale, devuélveme a mi perro!».