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Señor Alberto Pons, presidente de la Autoridad Portuaria lamento informarle de que el problema del puerto de Maó no es el del número de atraques, sino el de su excesivo precio que hace que en plena temporada los haya disponibles a mansalva. Los precios pueden bajarse sin incurrir en déficit, habida cuenta de los bajos costes reales de este puerto y con ello, aumentar la demanda de atraques que revitalizaría la desmayada economía de la ciudad.

En cuanto a los atraques sociales, estaría bueno que no los tuvieran los mahoneses.

En cuanto a la «sintonía total» y exclusiva que la Autoridad tiene con el Ayuntamiento, no me extraña. Se trata de los mismos perros con distintos collares, collares precisamente políticos, ignorando a los representantes legítimos de los intereses navieros, comerciales, industriales, turísticos, culturales, laborales y deportivos de Maó.

¡E impida usted que se caigan los edificios abandonados de las riberas, hombre de Dios, no les suceda lo que al Hospital de la Illa del Rei!. Bueno, puestos a pedir, ¿qué tal quitarnos de en medio al «El Mouldi»....?