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En la Grecia antigua, la palabra poesía, según Platón, eran todas las obras y todas las artes. Luego pasó a ser solo el arte de versificar y ahora, también significa algo bello y armonioso. En cuanto al lenguaje poético son muchos los que dicen no entenderlo. Tal vez sea debido a que, no pocas veces, se utilizan elementos físicos, materiales para expresar cosas a otro nivel. Ejemplo: ¿Por qué yo y no otra// ha salido a navegar en un velero? Aquí, la escena que se expone es la de alguien que coge su velero y sale a navegar (pero no es de esto de lo que se habla y, si se lee todo el poema se entiende que expresa un sutil lamento por una situación por la que se atraviesa), indica que una persona está sola bajo la tormenta y lanza bengalas, o sea, necesita ayuda ¿Cómo se metió en aquella situación pues, en principio había ido a dar un paseo en barca, o sea, no parecía que pudiera surgir contratiempos aunque, tal vez lo hizo sin tener en cuenta los problemas que pudieran surgir, o creyendo que podría solventarlos. Todo esto lo expone mediante unos versos. Hay versos, obras poéticas, que a veces uno no sabe si rescatar. A veces se necesita de otros. Hay empresas que necesitan colaboración, apoyo pero se ha de comprender la situación y no todos tienen conocimientos para hacerlo. Saber lo que es poesía, captar el lenguaje poético para poder deleitarse con un poema y enriquecer el espíritu, conlleva estudio y conocimiento. Es necesario que existan personas que, con conocimiento amplio, sepan valorar las obras poéticas, al margen de cuestiones ideárias, o políticas, del momento. No basta con decir me ha gustado o no. ¿Se ha de salvar una obra literaria, una obra poética? ¿Por qué y para qué? ¿O se ha de dar al fuego de forma que no quede rastro?

Retomando el tema que inicié en este periódico, el 17 de septiembre 2014, sobre Marcelina Vinent Grases, he de decir que, la primera vez que oí hablar de ella y su poesía fue cuando yo era muy joven, no sé si todavía escribía, en todo caso sería algo muy incipiente, y la persona que la nombró hizo un comentario, o valoración, sobre su obra, negativo; yo no me ocupé en aquel momento de comprobar o verificar esta apreciación pero aquello quedó archivado en mi memoria. A raíz del poema que publicó J. Francisco López Casasnovas sobre esta autora, cosa que me sorprendió, sentí la necesidad de saber por qué lo había publicado. Según J. Francisco López Casasnovas, un gran maestro, profesor de Lengua y Literatura, no era mala poeta y él la eligió para divulgar una de las figuras femeninas de la poesía de Menorca. En la Antología de Poética Menorquina, Colección Pauta, de Luís Casasnovas Marqués, al citar a ésta autora no lo hace de forma muy positiva, aunque dice tiene algunos aciertos. Seguramente era a partir de esta valoración que se basó la persona que me hizo el comentario. Por otro lado todos los poetas tienen poemas mejores y peores.

No sé si vale la pena rescatar del fuego una obra poética que puede ser valorada sin esmero y por criterios poco amplios. De todas formas a mí me parece que Bernardo Fábregues, el que recopiló en 1888 las poesías de A. Marcelina Vinent Grases, hizo bien en recopilarlas, supo comprender la época y las dificultades por las que tenían que pasar las mujeres para publicar. No siempre se encuentran estas personas. Por mi parte, visto lo visto, no se si vale la pena rescatar del fuego mi obra poética. Estoy en ello.