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Apreciado señor Viola,

Soy consciente que no represento su opción política, que forma parte usted activa de la plataforma de izquierdas Junts, pero eso no le da derecho a intentar confundir a los ciudadanos con sus juegos de palabras y medias verdades, creo yo que basadas en prejuicios, desconocimiento y falta de análisis.

Ya es sabido que criticar es gratis. No será de un plumazo que se lleve usted por delante un buena gestión y mucho trabajo de todo un equipo. Eso no sería ni justo ni proporcional.

Estoy de acuerdo cuando afirma que los ciudadanos no son memos ni desmemoriados. Lo que a veces falta es información. Recibimos un ayuntamiento donde no solo no había un céntimo sino que cargaba con una deuda de 16 millones de euros. Y, por cierto, una buena parte de esa deuda estaba castigando a pequeños empresarios y proveedores de servicios de Alaior, ciudadanos, que asfixiados por la crisis pagaban el pato de una institución morosa.

Es verdad que hubo que subir el IBI ­-creo que lo entenderá-, porque cuando el ayuntamiento debe, los ciudadanos deben. Decir lo contrario es poner excusas de mal pagador. Por lo tanto, la responsabilidad por la subida de impuestos tiene que apuntársela usted a los méritos del anterior equipo de gobierno.

Le recordaré además, que en los dos últimos ejercicios, los impuestos se han reducido y en el año 2015 la presión impositiva en Alaior va a ser la más baja de toda la Isla porque, estabilizada la situación económica, es razonable y adecuado aliviar también la carga a los contribuyentes. Pero además, le tengo que decir que jamás la subida del IBI que se aplicó en los dos primeros años de mandato habría bastado para reducir la deuda 10 millones de euros en cuatro años.

Yo se lo explico: el Ayuntamiento habrá pagado 6.000 euros cada uno de los días del mandato, sin dejar de funcionar, sin dejar de dar servicio ni desatender ninguna de las vertientes de los servicios sociales, sino al contrario. Y este esfuerzo, que es resultado del riguroso control de gasto y de una gestión responsable, no puede sino ser positivo porque conlleva reducir la carga financiera, eso es, recuperar mucho dinero del que se habría tenido que pagar en intereses gracias a amortizaciones anticipadas. Dinero de los ciudadanos que revierte en el pueblo y en las personas.

Poner, como las llama usted, vaquitas de plástico en la calle o construir plazas de aparcamiento son solo una ínfima parte de las actuaciones realizadas para tratar de hacer atractivo y acogedor el pueblo, mejorar el bienestar general y contribuir a la dinamización económica que tanto nos conviene.

Entendemos que el Ayuntamiento de 2015 quedará en mejores condiciones de las que estaba en 2011. Y por eso, desde el respeto a las ideas, nos gustará que los ciudadanos reconozcan la gestión que se ha hecho y apuesten por seguir mejorando. No sea cosa que volvamos a las andadas.

¿Cómo no se ha animado usted a ser alcaldable?

En fin, que como lo valiente no quita lo cortés, le deseo que empiece bien el año.

Misericordia Sugrañes
Alcaldesa de Alaior