TW

Después de asistir expectante al debate que había organizado la Sexta con los candidatos de PSOE, Podemos y Ciudadanos y la eficaz interina Soraya representando al PP del valiente Mariano, las dudas sobre uno de los puntos más trascendentes de estas elecciones están más acentuadas que nunca. Según las proféticas encuestas ningún partido conseguirá la mayoría absoluta, por lo que uno de los puntos que se tendría que esclarecer en los programas electorales es con quien y en qué circunstancias se va a pactar.

La fiel Soraya después de describir la dificultad de su gestión para restaurar las depauperadas arcas que habían vaciado los socialistas con sus desbocados dispendios y omitir desmemoriada sus vergonzosas corruptelas, propuso que lo más justo sería que gobernara el partido con mayor número de votos aunque no tuviera mayoría absoluta. Para evitar así traicionar a los ciudadanos con pactos antinatura, que no responden a la voluntad popular y por lo tanto no legitiman las elecciones.

El acartonado Pedro dejó clara su opinión sobre sus adversarios y los partidos que representan. El PP y Mariano son lo antiguo, lo corrupto, lo que se tiene que erradicar. Los padres de la reforma laboral causa inequívoca de la creciente desigualdad. Ciudadanos y Rivera son más de lo mismo, unos carcas continuistas disfrazados de moderados centristas. Podemos es Syriza y Pablo Iglesias es Tsipras, con todo lo que esto comporta. Por lo tanto de pactar mutis por el foro.

El impecable Albert expresó en todo momento su deseo de huir de la vieja política. No quería entrar en el deleznable y tu más. Intentó presentar las líneas de su programa, según por donde se fuera orientando la entrevista y el debate. Lo que intento clarificar es la imposibilidad de pactar con otro partido para gobernar, solo se llegaría a acuerdos para cuestiones puntuales. Cosa que por cierto no ha cumplido ni en Andalucía ni en Madrid, donde ha pactado con PSOE y PP.

El locuaz e informal Pablo sin duda el más brillante del debate. Después de denunciar a la casta (los otros partidos) por sus corruptelas, condenar a los bancos a devolver todo lo que se les había prestado e incidir en sus políticas sociales para aminorar la galopante inestabilidad ciudadana, explicó la posibilidad de un modelo de Estado federal para intentar contentar a la compungida Catalunya. Para a continuación aseverar con rotundidad que no pactaría con nadie para gobernar.

Con todo lo referido lo que nadie intuye es con quién van a pactar, lo que en muchos casos puede ser trascendente a la hora de emitir el voto.