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El presidente del Govern, José Ramón Bauzá, impulsa una ambiciosa propuesta para la modificación de la Ley Electoral de Balears que supone la reducción de 59 a 43 el número de diputados del Parlament.

Esta reforma tiene como primer objetivo disminuir los costes para el funcionamiento de la cámara autonómica, de once millones de euros según la estimación gubernamental, porque además de recortar el número de escaños, recupera la remuneración por dietas.

La oposición ya ha manifestado su rechazo a esta reforma, que, para prosperar, exige una mayoría cualificada de dos tercios, lo que deja en el aire su aplicación. Bauzá es coherente con su compromiso de contener el gasto público y reducir la clase política, que la demanda ciudadana considera excesiva.

Las grandes cuestiones que suscitan la controversia en torno a esta propuesta se sustancian en torno la representatividad, que implicaría rebajar del 5 al 3 por ciento el porcentaje para acceder al reparto de la Ley d'Hondt; y la representación por islas. Menorca y Eivissa pasarían a tener el mismo número de diputados, mientras que Formentera elegiría a su parlamentario. Unos cambios de esta naturaleza exigen gran acuerdo.