Entre 2008 y 2013 la planta hotelera menorquina de cuatro y cinco estrellas registró un incremento de 3.270 camas, de forma que Menorca es la isla de Balears que, en términos relativos, más ha mejorado la categoría de su oferta de alojamiento. En la actualidad cuenta con 12.538 plazas de más de tres estrellas, pero solo representan el 25 por ciento sobre el total de los establecimientos turísticos.
El modelo predominante continúan siendo los apartamientos, al ofrecer 20.298 de las 49.769 plazas que integran el total de la planta. En conjunto, los hoteles convencionales son los que han registrado una mayor mejora cualitativa.
Cuando Menorca aspira a consolidar su oferta turística como un producto propio y diferenciado -apuesta hoy por seis submarcas, enfocadas a la diversificación- es preciso acelerar este proceso de aumento de la categoría en hoteles y apartamentos, porque aporta una mayor calidad. De nada servirá mejorar la conectividad y contar más enlaces a más destinos si después el visitante no halla unos establecimientos confortables, modernos, con servicios y bien equipados. Deben ser los hoteleros los primeros en incrementar la categoría.
