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Las irregularidades que recoge el informe de la Sindicatura de Cuentas en la gestión del IB-Salut durante el 2012 exige una explicación en profundidad para conocer por qué se produjeron estos graves errores y también cuáles han sido las medidas aplicadas para corregirlos. Las conclusiones del informe de los síndicos constatan, en el caso de Menorca, como el 90 por ciento de los contratos de la sanidad pública fueron adjudicados a dedo aquel año.

El documento abre la sospecha de que este relevante sector de la administración en Balears se había convertido, con ejecutivos autonómicos de distinto color político, en terreno en el que se actuaba al margen de la legalidad y sus controles.

Porque cabe reclamar la máxima eficiencia a quienes gestionan el sistema de la sanidad pública para garantizar las prestaciones y su correcto funcionamiento. La financiación con recursos procedentes de los ciudadanos requiere un plus de escrupulosidad a un servicio al que no se le puede exigir rentabilidad, pero sí rigor, eficacia y sensatez.

Un desvío presupuestario del 30 por ciento en un solo ejercicio supone un excesivo nivel de improvisación y descontrol.