A partir del 2009 se registra un descenso en estos gases, que alcanzaron el año pasado las 594.301 toneladas de dióxido de carbono. En la actualidad, un 62 por ciento de estas emisiones procede de la generación de energía eléctrica con combustibles fósiles.
El impacto de la crisis económica, y también una mayor concienciación de la población, han hecho posible esta disminución progresiva, que hoy cumple los límites de la UE.
Es preciso continuar y acelerar esta proceso, lo que implica una mayor aplicación de las energías renovables. La reciente aprobación del primer Régimen Especial de Energías Renovables para Balears facilitará e impulsará las instalaciones eólicas y fotovoltaicas en el archipiélago al establecer un régimen retributivo específico para los sistemas eléctricos de los territorios no peninsulares.
Este nueva normativa y las ayudas que incorpora han reducción el uso de los combustibles más contaminantes.
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