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La adjudicación de los 165 amarres del Moll de Llevant del puerto de Maó a la empresa Trapsa Yates, aprobada en 2008 por la Autoridad Portuaria de Balears, ha sido definitivamente anulada seis años después por el Tribunal Supremo. Los magistrados de la Sala Tercera han rechazado el recurso de casación interpuesto por la empresa y han confirmado la sentencia dictada en 2013 por el Tribunal Superior Justícia de Balears.

Seis años después, el Club Marítimo gana este pleito en un escenario económico y de mercado radicalmente distinto, porque las ofertas económicas que se aportaron se han demostrado sobredimensionadas; Ribera del Puerto, que optó a aquella concesión, ha desaparecido; y la entidad náutica mahonesa, que ya logró la gestión de los 48 atraques del 'varadero den Reynés', intenta un acuerdo con Autoridad Portuaria para el Moll de Llevant.

No olvidemos que el club planteó, erróneamente, en su momento la retirada del pleito contra Trapsa Yates, lo que motivó la dimisión de seis de los integrantes de la junta directiva presidida por Nemesio Suárez. La Justicia ha dado la razón al Club Marítimo porque se ha llegado al final de este litigio.