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El empeño del presidente del PP balear, José Ramón Bauzá, de celebrar inmediatamente después del verano un congreso extraordinario para elegir la nueva dirección y fijar la nueva línea política ha provocado un cruce de desmentidos y acentuado la situación de incertidumbre en la que se halla inmersa esta formación tras la severa derrota electoral del 24-M.

La dirección nacional del PP desmintió las afirmaciones difundidas por el PP regional a través del presidente del PP de Mallorca, Jeroni Salom, quien declaró que «como ya anunció el presidente Bauzá, el congreso extraordinario se celebrará en septiembre».

Desde Madrid, la ejecutiva de Rajoy insistió en que este congreso no tendrá lugar en septiembre, porque tendrá lugar, como el resto de convenciones regionales, después de las elecciones generales.

El PP de Valencia y el PP de Aragón también querían avanzar sus congresos para afrontar la crisis abierta por los malos resultados cosechados en las municipales y autonómicas.

El PP balear no puede, desde la autocrítica y la asunción de responsabilidades, demorar la apertura de una nueva etapa, con independencia de la fecha para el congreso regional.