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El Vaticano dio a conocer ayer el nombramiento de Salvador Giménez Valls como nuevo obispo de Lleida. En el momento de realizar un primer balance de la gestión realizada al frente de Menorca, primero administrador apostólico desde septiembre de 2008 y después como titular a partir de julio de 2009 destacamos la actitud comprensiva pero firme con el clero diocesano y sus distintas sensibilidades; una preocupación y presencia constantes en todas las parroquias de la Isla; y atención al laicado sin exclusiones, sin olvidar al mismo tiempo la doctrina de la Iglesia.

El obispo Salvador ha impulsado la recepción pausada y sin estridencias de las enseñanzas del papa Francisco, con especial atención al Sínodo de la Familia; reestructura Caritas Diocesana en el 50 aniversario de su fundación; mantiene una relación cordial con las instituciones y la clase política, sin tolerar intromisiones de ningún tipo; ha renovado la organización parroquial de Maó para emprender una nueva evangelización; y también ha ordenado dos nuevos sacerdotes: Llorenç Sales y Joan Camps.

Una acción pastoral y un balance de gestión fructíferos y positivos para la Iglesia local.