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El accidente registrado este pasado domingo en aguas de Binibèquer, con el resultado de graves heridas que sufre un hombre arrollado por una lancha, ha puesto sobre la mesa la necesidad de incrementar la vigilancia en el litoral de Menorca. Durante estos meses de verano los 220 kilómetros de costa de la isla registran los movimientos de miles de embarcaciones, algunas a gran velocidad a poca distancia de la orilla.

Los riesgos, para usuarios y bañistas, se incrementan y el problema que genera este gran tráfico con motos náuticas, lanchas con motores de gran potencia y barcos de todas las esloras se acentúa en las playas no balizadas, al navegar y fondear en las zonas de baño.

La vigilancia de todo el perímetro costero de Menorca corresponde a la Guardia Civil que dispone de una única embarcación, con base en el puerto de Maó. Resulta evidente que constituye una insuficiente dotación para garantizar con eficacia el control de toda la costa. Desde estas páginas solicitamos se incrementen los recursos y también dirigimos una llamada a quienes manejan embarcaciones para que extremen su responsabilidad y el cumplimiento de las normas.