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El tercer Govern de Pacte, formado por PSIB-PSOE, Més per Mallorca y Més per Menorca, que tuvo el voto a favor de Podemos para la investidura de la presidenta Francina Armengol, cumplió ayer sus primeros cien días. En su comparecencia, el Ejecutivo autonómico destacó la derogación del TIL y la Llei de Símbols, dos emblemas políticos del anterior Govern Bauzá.

Las prioridades que se ha marcado el nuevo Govern tienen marcado carácter social. La implantación de la renta básica y la entrega de las tarjetas sanitarias a los inmigrantes son un claro ejemplo. Desactivar el conflicto educativo y el compromiso de ampliar los horarios de los centros de salud durante la tarde son otras primeras decisiones aprobadas. La presidenta Armengol denunció la deficiente financiación que sufren las Balears, un problema crónico, porque sin autonomía financiera no puede hablarse de autonomía política. Los primeros pasos del Govern no están exentos de problemas. El más evidente es el ensamblaje del Pacte por los desmarques de Podemos, que transmiten tensiones y acentúan las diferencias. Es urgente cohesionar la acción política para afrontar con eficacia los retos políticos.