Por segunda vez el puerto de Maó ve frustrada la reclamación unánime de contar con una zona de varada y una grúa con potencia suficiente que permita extraer las embarcaciones y realizar las preceptivas revisiones técnicas anuales. Este déficit perjudica a las embarcaciones con base en el puerto, tanto pesqueros como golondrinas y también las recreativas.
Afirma el presidente de la Asociación Menorquina de Empresas Náuticas, Justo Saura, que el perjuicio que provoca la falta de este servicio es doble, por los costes de desplazamiento de los barcos desde Maó a otros puertos donde pueden ser izados; y al mismo tiempo, por las oportunidades de negocio que pierde Maó al no tener posibilidades de realizar actividades de varada.
El nuevo presidente de Autoritat Portuària de Balears, Joan Gual de Torrella, consciente de la gravedad y repercusiones de un problema que se arrastra desde hace años ha encargado a los técnicos del ente gestor de los puertos del Estado en el archipiélago que busquen «una solución de consenso». Una solución que no se puede demorar y en la que Autoritat Portuària de Balears ya no puede eludir sus responsabilidades.
