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El proceso de investidura del próximo presidente del Gobierno ha entrado en una fase de mayor confusión en la que toda la presión recae ahora sobre ahora el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Tanto Podemos como Ciudadanos ponen el foco sobre el líder socialista, al que reclaman que elija con quien quiere pactar, porque ambas opciones son incompatibles en un mismo Ejecutivo.

El Rey culminará hoy con Mariano Rajoy y Pedro Sánchez la segunda ronda de consultas para designar al aspirante, tras resultar fallida la primera. Las posiciones de los partidos no se mueven y planea la posibilidad de que Felipe VI aplace su decisión. En este contexto, Pedro Sánchez ha logrado que la dirección socialista le permita consultar a las bases, pero aunque reciba el encargo para ser investido presidente, deberá superar un nebuloso laberinto de negociaciones con Podemos, Ciudadanos y 200.000 afiliados llamados a las urnas, con ratificación final a cargo del comité federal. Las filtraciones de la reunión del sábado añaden más dudas, así como la afirmado ayer por el secretario de Organización del PSOE-Andalucía, que calificó de «telepredicador» a Pablo Iglesias.