TW

La memoria judicial de 2015, presentada ayer por el presidente del Tribunal Superior de Justícia de Balears, Antoni Terrasa, refleja una leve mejoría con una reducción de las causas pendientes, pero, como el mismo reconoce y explica, el problema de fondo continúa sin solución. Aún cuando los juzgados de Instrucción de Menorca disminuyen las casos en un 11,5 por ciento, el colapso en las diferentes jurisdicciones es grave, e incluso muy grave, en lo Social, lo Mercantil y lo Contencioso-Administrativo, donde se dirimen los derechos y las reclamaciones de los ciudadanos.

Balears es una de las más litigiosas de España, con una tasa de 198,5 por mil habitantes, por lo que la exigencia de más medios y recursos está justificada. El año pasado se redujeron los casos pendientes, en las islas, en un cuatro por ciento, pero se cerró el 2015 con 60.699 asuntos en trámite. Acudir a los tribunales supone poner a prueba la confianza en un sistema incapaz de asumir la demanda social, lo que provoca el desánimo y la protesta. La petición de Antoni Terrasa para ampliar los juzgados debe ser atendida por el Estado. Es una cuestión prioritaria cuya solución no se puede retrasar.