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Menorca es una reserva de la Biosfera donde menos del 3 por ciento de la energía que consume procede de fuentes limpias. Estamos a años luz del modelo de El Hierro, la isla canaria que se autoabastece con renovables. Aunque la actitud política es favorable a este tipo de producción energética, la verdad es que la mayoría de proyectos privados no han conseguido el visto bueno de la administración, sobre todo por su impacto paisajístico, y hasta ahora no han existido iniciativas públicas importantes (solo la dotación de placas solares en edificios como la sede del Consell).

Será difícil que algunos proyectos de energía eólica vean la luz, porque la actual administración prefiere apostar por la energía solar, cuyas instalaciones afectan menos al paisaje,

Ahora, el nuevo conseller balear responsable de Energía, Marc Pons, plantea construir un parque fotovoltaico en la zona del vertedero de Milà, en lugar de instalar más molinos o de mayor tamaño. Es una iniciativa pública interesante que debería concretarse en el menor plazo de tiempo posible.

Sería conveniente planificar en materia de energía a largo plazo para determinar el papel del gas natural; las instalaciones de renovables; el uso de la biomasa y el futuro de la central eléctrica. Para que las propuestas concretas encajen en una visión buen definida de las fuentes de energía en nuestra Reserva de la Biosfera.