TW

La solución rápida que propone la Conselleria de Medio Ambiente del Govern balear, a través de la Dirección General de Recursos Hídricos, para la eliminación de las 8.700 toneladas de fangos contaminantes generados por la antigua depuradora de Ferreries consiste en depositarlos en el subsuelo, soterrados dentro un sarcófago sellado que debería evitar las filtraciones hacia los acuíferos.

En cambio, la Conselleria descarta al traslado de estos residuos a Mallorca porque tendría un sobrecoste que ha sido valorado en 300.000 euros. El Ayuntamiento de Ferreries, a través de alcalde Josep Carreres; y el Consell -donde coinciden gobierno y oposición- han expresado su rechazo a que este material con elevado poder contaminante al contener metales pesados procedentes de las industria sea introducido bajo tierra. La presidenta Maite Salord se ha posicionado con la institución municipal de Ferreries y el conseller Santiago Tadeo propugna la exportación de los residuos para evitar que acaben contaminando tierras y masas de agua de Menorca.

Es el momento de exigir al Govern que demuestre mayor sensibilidad y busque otras alternativas a estos lodos tóxicos.