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Aún sin fecha fijada, la salida-desconexión de Gran Bretaña de la Unión Europea constituye un proceso insólito que crea mucha incertidumbre por el impacto social y económico que ocasionará. Balears se verá afectada por las repercusiones del brexit sobre el turismo británico, uno de los principales mercados emisores de las Islas.

Gran Bretaña no se había integrado en el 'espacio Schengen', pero al situarse fuera de la Unión Europea, dificultará el acceso de sus ciudadanos al exterior. Recuperar viejas políticas migratorias es una mala noticia, más cuando se añaden dificultades de naturaleza econó- mica. Hay que apuntar la pérdida de relativa estabilidad entre la libra esterlina y el euro, un hecho que puede deteriorar el atractivo turístico de Balears, porque el precio supone uno de los factores determinantes para las familias a la hora de elegir su destino de vacaciones.

La preocupación por el brexit va en aumento, y más en estas Islas. La cuestión se dirimirá en foros lejanos -Bruselas y Londres-, donde Balears carece de protagonismo. Sin margen de maniobra posible, solo cabe esperar mecanismos eficaces para evitar que nuestros intereses salgan perjudicados.