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En noviembre de 2016 el conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, anunció que el Govern «garantiza que en 2017 destinará parte de la recaudación de la ecotasa para poner en marcha la desaladora de Ciutadella». Cinco meses después, a través del Abaqua (Agència Balear de l'Aigua), el Govern ofreció al Ayuntamiento de Ciutadella la compra de agua de la desaladora para ponerla en funcionamiento este verano.

Pero tanto los partidos del gobierno local como los de la oposición calificaron de «inaceptable» el precio de 1,24 euros/metro cúbico que pretende cobrar el Govern a Ciutadella. Seis años después de haber sido construida, la desaladora sigue cerrada, con el agravante de que a mediados de este mes concluye el contrato suscrito por Acciona con el Govern para el mantenimiento de estas instalaciones. También ha advertido el Ejecutivo autonómico que si no se alcanza un acuerdo, no lo prorrogará y la desaladora quedará sin mantenimiento. En mayo de 2016 el Abaqua firmó un convenio con el Ministerio de Medio Ambiente para la explotación y puesta en marcha de la desaladora de Ciutadella. El Govern debe actuar y ya no puede demorar más la solución.