Editorial07/09/17 0:00
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La dimisión de la concejal de Fiestas, Participación Ciudadana y Transparencia, Llúvia Juncadella, de Volem Sant Lluís, acentúa la inestabilidad del tripartito gobierno municipal formado por Volem, PSOE y el PI. La renuncia de Juncadella, que se intentó minimizar y justificar por causas personales, responde en realidad a motivos políticos que abren una nueva grieta e incrementan las desconfianzas entre los concejales del gobierno local. De hecho esta dimisión, que no ha sido voluntaria sino que ha sido forzada y provocada por Volem de Sant Lluís, ha suscitado durísimas críticas de la edil saliente, que ha acusado de «miserables» e «incultos» a sus compañeros de candidatura.

Anteriores episodios ponen de manifiesto la falta de cohesión entre los tres socios que deberían garantizar la gobernabilidad y la estabilidad de la institución municipal: el PSOE planteó su renuncia a las delegaciones que gestionaba y el PI hizo públicas sus discrepancias con la peatonalización de Es Cós. Las tensiones y los desacuerdos ya han ocasionado tres renuncias en el gobierno municipal lluïser (Olmo Heras, Adelaida Ponsetí y Lluvia Juncadella) que debería recuperar la serenidad, el rigor y la eficacia en su gestión.