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Las ofertas del 'black friday' norteamericano se han incorporado al calendario de las economías domésticas. Un fenómeno consumista que en pocos años ha obtenido una gran respuesta hasta el punto de desbancar las tradicionales rebajas gracias a un potente despliegue publicitario que abarca todos las actividades y sectores del comercio.

El éxito del 'black friday' radica en los descuentos en el marco de la globalización que impacta también en el comercio local y la sociedad menorquina que asimila con gran rapidez estos nuevos hábitos de consumo. La bajada de precios ejerce un gran atractivo sobre los más previsores a la ahora de preparar los regalos de Navidad. Son nuevas costumbres que se están imponiendo con una dinámica imparable a nivel mundial.

El pequeño comercio -además de las grandes superficies y las empresas de distribución a través de Internet- debe responder para no quedar al margen y beneficiarse del 'black friday', aprovechando las ventajas de su proximidad e inmediatez, así como el trato directo y el conocimiento del mercado menorquín. Una acertada estrategia, buenos productos y precios ventajosos han de dinamizar a todo el comercio sin distinciones.