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Con excesivo optimismo, tal como se constata ahora, anunció en julio la presidenta del Consell, Susana Mora, que antes de diciembre estarían definidas las zonas de Menorca donde estará autorizado el alquiler turístico de viviendas. Pero cerramos el año con el incumplimiento de los plazos porque el Consell ha fracasado en el intento de alcanzar un acuerdo insular con los ayuntamientos.

Cuatro municipios -Es Mercadal y Fornells, donde el 70 por ciento de las casas presenta una tipología plurifamiliar; Alaior, Es Castell y Es Migjon- rechazan el veto que pretendía imponer el Consell a esta actividad en los núcleos urbanos. Los cuatro alcaldes -Francesc Ametller, Coia Sugrañes, Lluís Camps y Pere Moll- no aceptan la prohibición del alquiler turístico en estas zonas urbanas.

Las discrepancias no se registran entre los municipios, sino que, tal como admite la alcaldesa de Ciutadella, Joana Gomila, tampoco existe un consenso en el equipo municipal formado por PSM, PSOE y Gent per Ciutadella. Ante esta disparidad de criterios corresponde al Consell, como institución insular, liderar la solución. Empieza el 2018 con el alquiler turístico como asignatura pendiente en Menorca.