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El número de menorquines que venía colaborando con Protección Civil, en un loable ejercicio de compromiso y solidaridad social, ha registrado un preocupante descenso estos últimos diez años, al pasar de unos 115 voluntarios activos a unos cincuenta. Esta reducción ha mermado considerablemente la operatividad y eficacia de las seis agrupaciones con que cuenta Protección Civil en la Isla. Es un preocupante problema de relevo generacional, tal como reconoce el director general de Emergencias del Govern, Pere Perelló. Para atajarlo, el Govern ha puesto en marcha una campaña en todo el archipiélago destinada a la captación, incorporación y formación de nuevos voluntarios bajo el lema «Amunt la gent valenta».

Aun cuando consten inscritos en las agrupaciones de Menorca un centenar de residentes en la Isla, la realidad es que solo unos cincuenta mantienen su vinculación y compromiso. Para atraer a nuevos voluntarios de Protección Civil es preciso dinamizar e incentivar sus funciones, porque en la mayoría de ocasiones sOlo son requeridos para incidencias relacionadas con el tráfico rodado. Hay que dar sentido y contenido a las agrupaciones y sus miembros.