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La relación de proyectos que han de ser financiados con los fondos del Impuesto de Turismo Sostenible de este año ha provocado las críticas del GOB y ARCA, que han votado en contra. La CAEB, que ayer se abstuvo, denuncia que «gran parte de los proyectos poco tienen que ver con el turismo y el medio ambiente, sino con la pretensión de soportar el gasto corriente de las administraciones públicas de Balears». Por su parte, el GOB denuncia que con este impuesto se financian infraestructuras y viviendas de protección oficial. Una cuarta del dinero recaudado, o sea 26,2 millones de euros, se destina a «adquisición y rehabilitación de viviendas destinadas a alquiler social con criterios de sostenibilidad energética». En este capítulo se ha incluido la compra del edificio Sa Tanca de Santa Lluís y S’Ermita de Ferreries. ¿Significa que se transformarán en viviendas sociales?

Cuando aún no han empezado la mayoría de los proyectos anunciados, como la recarga del acuífero de Migjorn con agua regenerada, se aprueba la segunda fase de rehabilitación del Ayuntamiento de Ciutadella, pero la primera no ha dado comienzo. Este impuesto se ha convertido en un despropósito.