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La temporada turística ha empezado este año bajo el signo de la incertidumbre, acentuado por la caída del ocho por ciento que registran los turoperadores británicos en la venta de paquetes vacacionales con destino Menorca. Un descenso de reservas que se ha visto mitigado por al aumento de la operativa de Jet.2, pero la respuesta obtenida hasta ahora no está cubriendo el incremento ofertado, que supera las 150.000 plazas de avión.

Todos los indicadores apuntan a un descenso de ocupación durante el mes de mayo en la Isla, motivado por el desvío de visitantes gestionados por los mayoristas a otros destinos competidores. En este contexto, los turoperadores reclaman rebajas de precios a los hoteleros menorquines, que ya ofrecen estancias por poco más de 200 euros para llenar unos establecimientos que están aplazando su apertura al 15 de mayo. Pero Menorca es un destino turístico que no puede competir por precio. Esta batalla la tiene perdida de antemano por las ofertas de destinos rivales que, además, cuentan con importantes ayudas públicas, que están prohibidas en la UE.

Para el 2020 los hoteleros ya han adoptado medidas, mediante el acuerdo con Jet.2, pero peligra la temporada de este año.