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La diócesis de Menorca cuenta, desde diciembre pasado, con un protocolo de prevención y actuación ante los abusos sexuales a menores, que promulgó el obispo Francesc Conesa. Este documento recoge, tanto en la letra como en su espíritu, las disposiciones emanadas desde los dicasterios de la Santa Sede, siguiendo los criterios y las indicaciones del Papa Francisco.

El obispo Conesa explicó y propugnó ayer noche, en la «Casa de l’Església» de Maó la adopción de «medidas rigurosas de prevención en todas las instituciones y ambiente de actividad eclesial que impidan la repetición de estos actos», de manera que «la actividad pastoral de la Iglesia se desarrolle en un clima de confianza para los padres y tutores que solicitan a la comunidad cristiana su apoyo para transmitir la fe a sus hijos».

El pastor de nuestra diócesis habló claro y se mostró contundente al abordar el escándalo de los abusos sexuales en la Iglesia, admitiendo con valentía la gravedad de lo ocurrido, agravado por una actitud de encubrimiento que ha sido rechazada.

La Iglesia de Menorca afronta este problema con medidas prácticas de prevención, detección y protocolos de actuación. Decisiones acertadas y necesarias.