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El pleno que empieza hoy en el Congreso para la investidura de Pedro Sánchez debe acabar con la interinidad que abrieron las elecciones generales del 28 de abril. Han transcurrido casi tres meses y no ha sido posible un acuerdo para que el secretario general del PSOE deje de ejercer como presidente del Gobierno en funciones.

Si prospera la investidura empezará una legislatura difícil y complicada, con nuevos actores en la escena política española. Pablo Iglesias renuncia a entrar en el Gobierno, pero habrá un Ejecutivo de coalición con ministros del PSOE y Unidas Podemos en lugar de monocolor. Más allá de los cargos, lo relevante es el programa, los objetivos y la transparencia que debe presidir la acción política del primer Gobierno de coalición de izquierdas en España desde la Segunda República. Corresponderá a Pedro Sánchez, con Unidas Podemos, articular las mayorías parlamentarias que aporten estabilidad y gobernabilidad. El PSOE sigue gestionando unos Presupuestos del Estado prorrogados que Rajoy aprobó en mayo de 2018. La renovación del CNI, la cúpula de RTVE y numerosas medidas de reforma y modernización no pueden seguir paralizadas.