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La semana que arrancamos hoy marca, en distintos ámbitos, la reanudación de la actividad después del paréntesis vacacional que interrumpe o reduce numerosos ritmos. El Parlament celebra mañana el primer pleno ordinario de esta legislatura, en el que los consellers del segundo Govern Armengol se someterán al control de los diputados de la oposición; el miércoles empieza el curso escolar; y en los Juzgados, tras el inhábil agosto, vuelve a registrarse el habitual movimiento de comparecencias, declaraciones, recursos y vistas orales. Pero este nuevo curso, que concluirá en junio del 2020, se presenta lleno de incertidumbres en lo político e interrogantes en lo económico. En el plano institucional continuamos, desde las elecciones celebradas el 28 de abril, con un Gobierno en funciones, que debe seguir gestionando los presupuestos de Rajoy, de mayo del 2018, prorrogados. Y en el espacio económico, persisten las dudas sobre el brexit. El 23 de noviembre se cierra el plazo para evitar la celebración de unas nuevas elecciones generales. En un contexto de desaceleración económica, los ciudadanos reclaman serenidad y sentido común para dar oportunidades y aportar soluciones. En Balears, otro modelo de financiación que nos aporte más recursos y el depliegue del nuevo Régimen Fiscal.