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El impacto de la pandemia del coronavirus sobre la economía y el mercado laboral de Menorca exige la aplicación de medidas excepcionales, con dotación de recursos, para amortiguar una situación alarmante y evitar una fractura social de enormes dimensiones. El Govern ya admite que el covid-19 afectará al 60 por ciento de los trabajadores de Balears.

Los datos del paro en marzo han evidenciado que en nuestra Isla ha aumentado el doble que la media española. Y falta aún por cuantificar los expedientes de regulación temporal que se están tramitando así como la paralización de la contratación en enero, lo que arrojará cifras dramáticas a principios de mayo.

Mientras el Gobierno prolonga el estado de alarma dos semanas más, hasta el 26 de abril, y anuncia que habrá más prórrogas, los analistas economistas advierten que el turismo no empezará a recuperarse hasta el 2021. Esta durísima crisis exige acuerdos de Estado, que impliquen al gobierno y la oposición, en la línea de los Pactos de la Moncloa de 1977. Unos acuerdos que deben tener diseño propio en Balears y en Menorca para sentar las bases del rescate en una doble línea de actuación: social, para los trabajadores y sus familias; y para las empresas, porque sin empleadores no hay trabajadores. Un reto que demanda liderazgo y valentía.