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La cifra de fallecidos en las residencias de mayores acumula el 38 por ciento del total de víctimas mortales en Balears provocadas por la covid-19, un índice a todas luces exagerado y que revela graves errores en la gestión de la epidemia en estos centros; en especial en aquellos de titularidad privada. Solo en una de ellas, Domusvi de Palma, se han contabilizado hasta 13 exitus entre sus internos; una cifra a todas luces exagerada e insostenible. El problema también ha afectado, y en mayor medida, a otras comunidades, con especial gravedad en Madrid y Catalunya. De los 154 fallecidos en Balears, 50 corresponden a internos en residencias geriátricas. Lo ocurrido en estas semanas obliga a revisar, de manera concienzuda, los sistemas de inspección y control de las residencias; los cuales deben abordar aspectos novedosos como son los procesos de desinfección cuya tarea ha tenido que acabar realizando el Ejército. Asumir un 38 por ciento de los fallecidos por el virus no puede quedar como un simple datos estadístico, obliga a la adopción de importantes decisiones políticas de cara al futuro para no tener que volver a actuar arrastrados por los acontecimientos, como ha sucedido en esta ocasión.