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Con una tasa de casos diagnosticados -382 por 100.000 habitantes- que supera la transmisión del coronavirus en zonas rojas como el País Vasco, Ciutadella concentra casi el 60 por ciento de los nuevos infectados en Menorca, lo que cuestiona la apertura de las escuelas y sitúa al municipio al borde del confinamiento.

Y mientras los alcaldes reclaman a la presidenta del Govern, Francina Armengol, mayor información sobre la incidencia de la pandemia para actuar con más eficacia, la primera edil de Ciutadella, Joana Gomila, admite que la Policía Local se ve desbordada por el preocupante incremento de nuevos positivos en el municipio. Al mismo tiempo, Gomila reclama que el resto de cuerpos y fuezas de seguridad -en alusión a la Policía Nacional y la Guardia Civil- puedan intervenir, como ya sucedió durante el estado de alarma.

La alcaldesa apela a la responsabilidad individual para atajar una situación que se ha descontrolado y en la que, además de la negligencia de quienes incumplen las restricciones, también ha influido que Govern y Consell no hicieran valer la condición insular de Menorca para exigir PCR a todos los que entraron en la Isla cuando aquí se alcanzó el contagio cero.