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Los ciudadanos de las Islas no ocultan su desconcierto ante la gestión que realizan las instituciones para atajar la pandemia de la covid-19. Así lo refleja la encuesta realizada en exclusiva para «Es Diari» por el Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES). La percepción social frente a la segunda ola de contagios se muestra crítica con la Administración central y la autonómica, con mayor incidencia hacia el Gobierno central y la figura de su presidente. La presidenta Francina Armengol aguanta el envite y obtiene casi un aprobado frente al resto de sus adversarios en las Islas.

Los ciudadanos anteponen las medidas que salvaguardan la salud en contraposición a los efectos económicos, según el IBES. Sin embargo, la frustración de las expectativas creadas al inicio de la temporada turística está muy presente en la ciudadanía balear. Aunque ello pueda resultar sorprendente, no tiene un impacto directo en materia electoral. Los anuncios contradictorios hacen mella en la ciudadanía –que acepta su elevado grado de corresponsabilidad en el escenario actual–, y que incluso ya cuestiona la eficacia de las vacunas sobre las que se está trabajando. Es la prueba inequívoca de la pérdida de prestigio y liderazgo de la clase política, incapaz de apartar la disputa institucional en unos momentos tan críticos como los actuales.