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Las asociaciones empresariales del sector turístico descartan la Semana Santa como el inicio de la temporada en Balears, un arranque que las previsiones más optimistas sitúan a partir de junio. La alta tasa de contagios de la tercera ola de la pandemia, en España -con Mallorca que lidera la tasa de infectados- y el resto de países europeos, corroboran este análisis pesimista. De cumplirse esta previsión, la reactivación de la economía en las Islas se demorará y no empezará hasta junio.

Recuperar la movilidad aérea es el punto de inflexión para el inicio con garantías de la próxima temporada, una premisa que requiere el control absoluto del virus. Todos los gobiernos, incluido el español, han fijado como prioridad inmunizar a los colectivos más vulnerables y esenciales: personas mayores, enfermos crónicos y profesionales sanitarios. Sin embargo, en función de la disponibilidad de vacunas –cuestión vinculada a la capacidad de producción de los laboratorios y también la disponibilidad presupuestaria de los Gobierno– es necesario plantearse facilitar el acceso a la inmunidad al mayor número de residentes en las Islas. Para Balears constituye el pasaporte a la recuperación económica.