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El portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, que depende de la Conselleria de Salut, Javier Arranz, descartó ayer reducir las restricciones en Balears a pesar de la disminución de la incidencia del coronavirus. La situación en los hospitales dista aún mucho de ser óptima y con este escenario siguen en vigor las limitaciones.

Un jarro de agua fría para varios sectores clave de la economía local. Mantener el toque de queda y las restricciones en bares, restaurantes y otros negocios reduce los contagios, pero con un alto coste económico y social para las empresas y las familias. Una desescalada precipitada tiene un coste irreparable en vidas humanas, pero también prolonga la agonía económica de Balears. Es imprescindible empezar la temporada turística estival con unas Islas ‘limpias’ de covid-19, aprovechando estos mesos de escasa demanda para planificar una campaña de vacunación que certifique que Menorca es un destino seguro para los mercados emisores, empezando por el importante mercado de España. En este contexto, además de mantener las restricciones, el Govern debe ser mucho más reivindicativo con las vacunas; y también ha de aumentar y agilizar el pago de las ayudas directas.