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Estos días se constata un relajamiento en las medidas de prevención frente a los contagios. El uso de la mascarilla o la distancia social se olvida para aprovechar las jornadas de asueto. Ayer tarde unas 200 personas incumplían las normas en una gran concentración social en el Polígono de Ciutadella, que motivó denuncias de varios ciudadanos a la Policía Local.

Un alto repunte de los contagios puede dar al traste con los planes de vacunación y volver a poner en peligro el sistema sanitario; y los efectos de una cuarta ola sobre la economía serán devastadores. Lo ocurrido en las fiestas navideñas es un ejemplo de la rapddez con la que crece la cifra de infectados y lo costoso que es reducirlas. Con un panorama así es en la práctica imposible ser un destino turístico seguro, pero esta relajación no es un patrimonio exclusivo de Balears. Estos días también son numerosas las imágenes de concentraciones multitudinarias en ciudades de España y de Europa, donde la policía ha tenido que intervenir con contundencia para disolverlas. El hastío y el malestar se adueña de capas cada vez más amplias de la población mientras se espera el anunciado inicio de la vacunación masiva.