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El Govern condiciona el ritmo de la desescalada al objetivo de iniciar la temporada turística en las mejores condiciones sanitarias posibles. Mañana se da un pequeño paso más en Menorca, ampliando el horario de las terrazas hasta las 22.30 y el toque de queda a las 23. Se hace en un momento en que está creciendo el número de contagios, lo que nos sitúa a otro nivel. Sin embargo, podemos seguir hablando de condiciones seguras. La gran mayoría de contagiados pertenecen a brotes, lo que es sinónimo de mayor control, fruto del buen trabajo de las UVAC. Por otra parte, la presión sobre el hospital es mínima. Algunos brotes se originan por un contacto exterior. Todo ello, hace necesario mantenerse alerta en el cumplimiento de las normas y las medidas preventivas. Todavía no hemos llegado a un objetivo que permita relajarse.

La vacunación, que es la herramienta básica de la lucha contra el virus, avanza, pero corre el riesgo de ralentizarse si no se asegura la llegada de nuevas partidas.

La recuperación progresiva de la economía no ha de interrumpirse. Nos jugamos demasiado. Y conseguirlo nos sigue implicando a todos.