Tras cerrar julio como el mes en el que Balears ha registrado el mayor número de contagios, con 19.434 nuevos positivos de coronavirus, el Govern pedirá, a partir de hoy, un test negativo o bien acreditar la pauta completa de vacunación para acceder a los geriátricos y campamentos de verano. Se pone el foco sobre los trabajadores de las residencias de personas mayores; concretamente los empleados que se niegan a vacunarse.
Con esta medida el Govern quiere frenar los positivos en estos centros cuando Balears registra 12.664 casos activos de coronavirus, 328 pacientes hospitalizados y 61 en las unidades de cuidados intensivos, y la incidencia acumulada supera la media de España.
A la espera de la decisión que el jueves dará a conocer el Reino Unido para los turistas procedentes de España -se apunta el semáforo ‘ámbar plus’, que implicaría confinamiento obligatorio-, el objetivo de los agentes sociales, el Govern y las formaciones políticas consiste en salvar la temporada, aunque sea con restricciones.
Conjugar salud y economía es una ecuación que implica adoptar medidas de prevención para que Balears sea un destino seguro. Un difícil equilibrio que implica y nos interpela a todos.
