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El pleno del Consell debatió el lunes los usos y actividades en el campo de Menorca. El paisaje agrario de la Isla, que constituye uno de los principales activos de la Reserva de Biosfera, es el resultado del oficio, la tradición y el esfuerzo de generaciones de payeses menorquines que, durante siglos, han ido moldeado los espacios rurales que se identifican con los cultivos en las tanques y las paredes de piedra seca.

Para tener continuidad, las explotaciones han de ser rentables, pero los elevados costes no se ven compensados por los bajos precios que perciben quienes se dedican a la actividad agrícola-ganadera, como denunció el presidente de Sa Cooperativa del Camp, Bartomeu Pons, en  la festividad de San Isidro.

El sector de vacuno de leche, que ha desempeñado un papel relevante en el sector primario de Menorca, se encuentra hoy amenazado por las escasas rentas que generan la leche y el queso, siendo sustituidos por otros productos. El objetivo prioritario consiste en evitar el cierre de más llocs, y para ello las fincas han de generar más rentas con unos rendimientos complementarios a los usos agrarios. Un reto al que responde con sentido común y el acuerdo con las asociaciones profesionales de la Isla.