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La mesa redonda organizada por el Cercle d’Economia de Menorca sobre las propuestas de esta entidad para definir el modelo turístico de la Isla ha propiciado un interesante debate con las voces de las formaciones políticas de la Isla. No intervino Unidas Podemos, que no acudió, en desacuerdo con la participación de Vox.

Menorca como destino turístico diferenciado suscita numerosas preguntas que siguen hoy sin obtener respuesta. Todos los partidos coinciden al calificar el turismo como el sector motor de la economía local, pero discrepan sobre las medidas a aplicar. Por ejemplo, ¿contamos hoy con indicadores fiables del bienestar y la distribución de riqueza que genera en Menorca la actividad turística?, ¿por qué no se actúa con mayor eficacia contra el alquiler ilegal, que registra un gran crecimiento, mientras siguen estancadas las plazas hoteleras?, ¿cuándo se aprobará definitivamente el nuevo PTI, que define la capacidad de carga así como los usos turísticos y residenciales?

Son cuestiones que preocupan y que siguen sobre la mesa, junto con el gran reto de la estacionalidad, que impacta y perjudica al conjunto de la economía y la sociedad de Menorca.