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El Govern, que había impulsado el preacuerdo entre UGT y las federaciones empresariales para el nuevo convenio de hostelería, ha reconducido la crisis tras el desmarque de CCOO. Este sindicato afirmó que es un acuerdo ilegal, criticó al Govern al considerar que se había extralimitado en sus funciones, advirtió que se avecinaba un inicio de temporada ‘caliente’, y materializó su desacuerdo con la denuncia del actual convenio, cuya vigencia concluye el 31 de marzo, para forzar una renegociación. Consciente de la repercusión de rechazo de CCOO, el conseller Iago Negueruela admite que han fallado las formas y pide disculpas a este sindicato.

El sentido común aconsejaba que, desde el primer momento fuesen informados y participasen los dos sindicatos mayoritarios en la negociación del convenio con más repercusión en Balears al afectar a 150.000 trabajadores. CCOO acoge con satisfacción que serán valoradas, para incorporar al convenio, dos cuestiones que para este sindicato tienen una gran relevancia: limitar las cargas de trabajo, con expresa alusión a las ‘kellys’, y garantizar la formación. UGT y CCOO aceptan las subidas salariales de un 5 por ciento para este año y un 3,3 por ciento para el 2024. A partir de este punto de coincidencia hay que cerrar acuerdos en la limitación de la carga de trabajo y la formación, para mejorar la cualificación de los empleados. Nuevo tiempo para la negociación.