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En agosto de 2021 concluyó el plazo para que los núcleos urbanos cuenten con un sistema de saneamiento para que los ayuntamientos puedan conceder la construcción de nuevas viviendas. La Ley de Urbanismo determina que constituye un requisito imprescindible y advierte que sin una eficaz y segura red de alcantarillado, que garantice la evacuación de las aguas residuales no se pueden dar las licencias a promotores y constructores. Pero poco se ha avanzado y la carencia de sistemas de saneamiento impide el desarrollo de, al menos, 19 núcleos en Menorca, de los que once son urbanizaciones situadas en la costa y los otros ocho, enclaves habitados o caseríos tradicionales de interior.   

Maó y Sant Lluís son los dos municipios que acumulan más demoras en la redacción de los proyectos y la ejecución de las obras de infraestructura para dotar a estas urbanizaciones y núcleos con la red de alcantarillado de la que siguen careciendo en la actualidad. El principal motivo que invocan los ayuntamientos consiste en la falta de recursos para acometer unas obras que deberían constituir una de las prioridades. En caso contrario, se puede producir un colapso en las zonas afectadas.