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El grandioso espectáculo de las fiestas de Sant Joan condensa historia, Protocols y tradición con la luz y el color de la magia ecuestre de los caballos de raza menorquina, transformados en centauros con los caixers i cavallers.

Ciutadella ha sabido conservar, durante generaciones, el sentido y significado de esta celebración, cuyo origen religioso hallamos en la Obreria de Sant Joan, y donde se respeta la raíz payesa. Porque los tres hechos que singularizan e identifican las fiestas de Ciutadella consisten en estos Protocols no escritos, transmitidos de forma oral durante generaciones; la figura del caixer senyor que preside sa qualcada, a diferencia de las otras fiestas patronales de Menorca, donde hallamos el caixer batle o el concejal que le representa. Y quienes tienen derecho a participar como cavallers han de ser payeses: l’amos, fills de l’amos i missatges.

Como ha explicado Josep Pons Lluch, el respetado investigador de estas fiestas, Sant Joan se ha ido renovando y adaptando, durante siglos, con empelts i afegitons. Se respeta la esencia y la identidad de la celebración, que ha de dar respuesta al problema de la masificación. La fiesta de Ciutadella está hoy más viva que nunca. Bones festes! Sort i ventura!