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El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, manifestó ayer que, cuando se constituyan las Cortes, el próximo 17 de agosto, va a trabajar para lograr una investidura que permita a España «seguir avanzando» otros cuatro años. Afirmó que «toca ahora traducir esa mayoría social en una mayoría parlamentaria en el Congreso», tras rechazar la invitación del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para reunirse antes de que se constituyan las Cámaras.   

El líder del PP le reprochó que «marginar a la mitad de los españoles no es conformar mayorías, es dividir a España, después de que el jefe del Ejecutivo en funciones» y aseveró que «no voy a aceptar que se pretenda convertir en minoría a la mitad de los españoles». En este pulso, donde Sánchez necesita el voto de los diputados de Carles Puigdemont para ser investido, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, reclamó a Sánchez «un acuerdo sobre el modelo territorial» con vascos y catalanes. Los resultados del 23-J han abierto un escenario complicado, pero España necesita un Gobierno que aporte estabilidad. El PSOE no puede ningunear al PP, formación más votada, con mayoría absoluta en el Senado y que gobierna en muchas autonomías. Las cuestiones de Estado y los grandes asuntos económicos requieren acuerdos entre el PP y el PSOE inspirados en la lealtad institucional.