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Las penurias económicas de muchas mujeres, sobre todo sudamericanas y de Europa del Este, son utilizadas por organizaciones mafiosas para traerlas a España y prostituirlas en contra de su voluntad, tras engañarlas con un supuesto trabajo «digno» que no es más que una farsa. Lo que llama la atención de estos proxenetas es que actúan con aparente impunidad y con un desprecio absoluto hacia los derechos y libertades de las personas. El modus operandi casi siempre es el mismo: les ofrecen trabajo en el sector inmobiliario y les pagan el trayecto desde su país. Cuando aterrizan, descubren de golpe que todo ha sido una trampa.

Les quitan la documentación y son obligadas a prostituirse día y noche hasta que saldan la deuda con la banda. También deben acudir a fiestas privadas y orgías, y si se niegan son agredidas. Afortunadamente, la Policía no está sola en la lucha contra los proxenetas. De un tiempo a esta parte se ha habilitado una dirección de correo electrónico -trata@policia.es- que posibilita que cualquier ciudadano, de forma anónima, denuncie cualquier caso. También hay ONGs volcadas en el auxilio de estas mujeres vulnerables, sin recursos, que están desamparadas y en manos de ‘madames’ sin escrúpulos. Así pues, la colaboración ciudadana se presenta como una herramienta clave para combatir la trata de seres humanos.